Videopodcast, amor y odio. Parte 1: la oyente
Además, te hablo de mi pasión por el ocio alternativo y te recomiendo un podcast recién salido del horno con una mamá y una niña encantadoras
Hoy te escribo en sábado por la mañana. Sorprendentemente, Héctor juega con sus cochecitos y puedo escribir a su lado -esto no había pasado nunca-, y es que ya empieza a entretenerse solo, ¡bendito juego simbólico, bienvenido seas! Además, cumpliendo 20 semanas de embarazo, pienso que ya estoy en el ecuador y no sé si me alienta o me deprime por lo que queda por delante, porque sí, un embarazo se hace muuuy largo. Y de fondo, mucho ruido de petardos porque en Alicante estamos en plenas fiestas patronales, las Hogueras de San Juan, que me encantan porque, más allá de la fiesta en sí, que es realmente hermosa, ¿puede haber una mejor fecha para unas fiestas que la entrada del verano?
Vamos al lío.
1. LO QUE TE CUENTO
Piando de los videopodcasts, parte 1
No soy consumidora de videopodcast. Lo confieso. Lo que veo, lo veo por trabajo, no por placer. Y es que para mí la gran revelación del podcasting vino de poder desligarnos de las pantallas y consumir contenidos geniales mientras hacíamos otras cosas. ¡Multitarea, multitarea, multitarea! Gracias a eso puedo permitirme escuchar varias horas al día de podcast, y precisamente por esta misma razón nunca he sido una gran consumidora de videos de YouTube más que para cosas puntuales. Sé que el videopodcast crece, sobre todo entre los más jóvenes, y supongo que la diferencia generacional o de realidad hace que me cueste comprender el fenómeno. Pero, por mi profesión, me toca comérmelo. Es lo que hay.
No digo que no se estén haciendo cosas bien, y muy buenas, de hecho nosotros en Ekos Media estamos a tope trabajándolo y creo que haciendo programas muy guays. Simplemente que no soy el público, y siempre preferiré escuchar con mis auriculares mientras ordeno la casa o voy a hacer recados. ¿Tengo algo en contra del videpodcast? No, porque yo como consumidora puedo escoger siempre la versión en audio y santas pascuas. No obstante, como productora, es ya otro cantar que tiene muchos matices que me reservo para la parte 2 de esta reflexión.
Como amante del podcasting, y como digo, hoy hablo más como oyente que como productora, me gustaría reivindicar dos cosas. Primero, que esos consumidores SOLO de videpodcast entendieran que hay vida más allá de los podcasts conversacionales, porque sí, los videopodcast, al menos a día de hoy, se limitan a este formato, y si solo van al video se están perdiendo verdaderas maravillas. Y segundo, que los creadores de podcasts, sobre todo los podcasters independientes, no se obsesionen con tener que hacer su programa en video sí o sí. Que no hace falta. Que cuesta mucho más, limita el formato y a veces queda mucho peor por falta de conocimientos técnicos e inversión. Que si el audio nos liberaba del yugo del video, no nos volvamos a meter nosotros solitos en él.
2. ALGO PERSONAL
‘Sobreocio’ y nunca dejar de jugar
La cita "No dejamos de jugar porque nos hagamos viejos; nos hacemos viejos porque dejamos de jugar" es comúnmente atribuida a George Bernard Shaw. El otro día esta frase aparecía impresa en la camiseta de una amiga muy amante del ocio alternativo, y me encantó. Observo con agrado como mi generación y las que vienen detrás, o puntualizo, mi generación y las que vienen detrás dentro de mi entorno, hemos mantenido muy vivo al niño que llevamos dentro a base de algo sencillo: jugar. Y sí, el capitalismo se apunta a todo y nos ofrece múltiples opciones dentro de esta categoría de consumo en la que, además, parece que no duele tanto gastar.
Como te comentaba en mi anterior newsletter, hace unos días estuvimos en Vitoria, y el origen de esta escapada fue el haber conseguido reserca en dos de los escapes rooms mejor valorados de nuestro país (son Una aventura de leyenda y Tú también soñarás, por si te lo estás preguntando, ¡y son increíbles!). A muchas personas esto les puede parecer, cuanto menos, excéntrico. Igual que mi viaje de novios fuera a Orlando, la cuna de los parques de atracciones. O que en más de una ocasión me haya apuntado a una survival zombie para hacer pruebas y correr durante toda la noche perseguida por actores vestidos de zombi -otra experiencia que recomiendo, aunque para la que hay que estar en forma-. O que ya en el plano más doméstico, uno de mis planes favoritos es echar una partida a algún juego de mesa, y que acumulemos más de una cincuentena en la estantería principal del salón. A mí en cambio, me parece algo de lo que sentirse orgullosa. ¿Acaso los planes de ocio y socialización antes, y todavía para muchos, no se basaban casi en exclusiva en comer y beber? ¿Es eso mejor? Muchos de los planes de ocio alternativo tienen un componente social muy fuerte, y la mayoría de ellos, además, desarrollan habilidades como la cooperación y el pensamiento lógico. No en vano muchos coles están añadiendo ludotecas con juegos de mesa.
Solo hay un pequeño problema, y es lo que mi buen amigo y podcaster Richie Fintano acuñó como sobreocio. Si a los planes de ocio alternativo del tipo que te he enumerado antes, les sumamos otras pasiones más culturales como son el cine, las series y la lectura, por decir solo mis favoritos, nos encontramos con que nos faltan horas y nos sobran aficiones.
3. UN PODCAST DEL QUE APRENDER
‘Así lo veo’, comentarios de pelis infantiles entre madre e hija
Casi siempre que se habla de los beneficios del podcasting se hace en términos profesionales y sobre todo, comerciales: ganar reputación, aumentar visibilidad, reforzar el engagement con nuestra audiencia… Pocas veces se pone el foco en las grandes ventajas que puede tener este medio en el ámbito personal, y es algo que yo me empeño en remarcar porque en mi caso ha sido, de lejos, lo que más me ha dado este medio. Y uno de estos beneficios es reforzar nuestra relación con un ser querido. El hecho de quedar para grabar, dedicar una hora a la semana, o lo que sea, para compartir con alguien un tema que a ambos nos une, es una fantástica manera de cuidar una relación.
Y eso es lo que han comenzado a hacer mis buenas amigas Sonia Escribano y Martina Pastor, madre e hija de 6 años, que han lanzado su podcast Así lo veo por el simple gusto de pasar un tiempo juntas comentando películas infantiles. El resultado es delicioso. En su estreno, comentan Del Revés en unos 20 minutos y podemos escuchar las distintas reflexiones a las que les lleva esta maravillosa película de Pixar. Aun no siendo nada objetiva porque, Sonia y Martina son dos personas a la que quiero muchísisimo, debo decir que tanto el ritmo del podcast como la química que hay entre ellas hace que sea una conversación encantadora aún para los que no las conozcáis.
Hay una buena colección de podcasts de mamás y papás con sus retoños, y algunos tienen bastante gracia. Una de las cosas que más me gusta de este subgénero es, por un lado, que da voz a la infancia, porque, ¡qué poquito escuchamos a los niños y niñas! Y qué maravilla es poder oírles expresarse y saber cómo piensan, en que sé fijan y qué les preocupa. A mí personalmente me acerca tanto a esa niña que hay en mí como leer a mi amada Elvira Lindo y su Manolito Gafotas. Luego, cuando estos podcasts van cumpliendo años, podemos ser testigos privilegiados de cómo estos niños y niñas van creciendo. Eso como oyentes, claro, pero ¿imagináis qué recuerdo más maravilloso como padres podcasters poder tener esas charlas grabadas para la posteridad?
Así que por aquí va mi aprendizaje de esta semana, de la mano de Así lo veo, y es que en el podcasting no todo tiene que tener un retorno profesional, sino que el simple placer de sentarse frente a un ser querido y grabar nuestra conversación, tiene un valor que no se puede medir ni en descargas, ni en ingresos.
¡NOS VEMOS EL PRÓXIMO VIERNES!